¡Gracias, Graciela!
El Perú ha perdido recientemente a Graciela Fernández-Baca Calderón, una gran mujer que a lo largo de su vida se desempeñó en altos cargos tanto en el sector público como el privado, que la hizo merecedora de importantes reconocimientos en nuestro país y en el extranjero.
Natural de Cusco, realizó sus estudios superiores, obteniendo el grado de Doctora en Ciencias Económicas y Comerciales en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco.
Este fue el primer paso, porque después vinieron grandes retos en su vida profesional a donde dedico grandes esfuerzos en donde dejó un importante legado para las futuras generaciones de nuestro país.
La trayectoria de Graciela es reconocida por muchos en nuestro país, como Richard Webb, socio junto con Graciela en el Instituto Cuánto, dedicado a la divulgación de investigaciones de manera accesible: “Fue casi un hito de lo que es la buena funcionaria del sector público. Para mí ha sido la mejor jefa de Estadística del Perú que he conocido, que es medio siglo. Ha sido un verdadero modelo de lo que debería ser un tecnócrata”.
Graciela Fernández-Baca Calderón ejerció diversos cargos en el sector público y en el sector privado.
En el sector público se desempeñó como Congresista de la República (1995-2000). Fue Jefe del Gabinete de Asesores de la Presidencia del Consejo de Ministros cuando fueron Presidentes del Consejo de Ministros el embajador Javier Pérez de Cuellar y Roberto Dagnino. También se desempeñó como Presidenta del Sistema Estadístico Nacional y Jefa del Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI por 13 años. Anteriormente, durante 12 años ocupó el cargo de Directora de Planes y Programas de la Dirección Nacional de Contribuciones (hoy SUNAT), organizando el primer Registro Nacional de Contribuyentes.
Su desempeño y prestigio en el sector público le permitió formar parte, sea como miembro del Directorio o consultora o investigadora, de diversas instituciones como el Banco Central de Reserva del Perú, el Consejo de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC), Minero Perú, EsSalud, el Consejo Nacional de Trabajo del Ministerio de Trabajo, PROMPERU, entre otros.
En el sector privado se desempeñó como Defensora del Cliente Financiero de la Asociación de Bancos del Perú – ASBANC entre julio del 2009 a marzo del 2013. Presidenta de la Cámara de Comercio de Lima, fue asesora del Consejo de Negociaciones Internacionales de la Confiep y miembro de la Comisión para otorgar el Premio para la Microempresa en Citibank.
Doña Graciela tuvo el honor de representar al Perú en el extranjero en diversas oportunidades, como presidenta del Consejo Intergubernamental de Información para todos de la UNESCO y miembro de la Junta de Auditores de la Organización de Estados Americanos (OEA), reunión de Parlamentarios del Mundo y Comisión Económica para América latina (CEPAL). También en el Centro Internacional de Administración Tributaria (CIAT), Centro de Estudios Demográficos (CELADE) y Centro Internacional de Administración Tributaria (CIAT).
El valioso trabajo de Graciela Fernández-Baca Calderón le mereció además importantes reconocimientos académicos. Entre ellos, destaca el haber sido designada Doctora Honoris Causa en la Universidad Femenina de los Sagrados Corazones – (2006), además de lograr la Orden al Mérito en el grado de Gran Auditor, otorgado por la Contraloría General de la República (2006). Fue además reconocida por el Colegio de Contadores Públicos de Lima por su eficiente desempeño como congresista (2007), así como por la SUNAT, por su reconocida solvencia moral y profesional. (2008).
Recibió de la Municipalidad de Miraflores la condecoración: “Mujer Miraflorina destacada en Gestión Pública”. (2009). El Ministerio de la Mujer le otorgó la Condecoración Orden al Mérito (2010). El Colegio de Economistas de Lima le dio la Orden al mérito (2010) y el Ministerio de Economía y Finanzas le dio la Condecoración Hipólito Unanue (2010).
A lo largo de su trayectoria personal y profesional, Graciela Fernández-Baca Calderón ha sido ejemplo para los servidores públicos de una profunda vocación de servicio y de incesante labor al servicio de la patria. Hoy nos toca rendirle honores y el compromiso de trabajar para hacer más grande a nuestro Perú.